¿Qué son las pérgolas bioclimáticas?

Una pérgola convencional es una estructura formada por columnas verticales (generalmente 4, pero pueden ser más) que sirven de soporte a un conjunto de vigas horizontales, unidas de lado a lado. Puede o no tener algún tipo de cubierta en la parte superior y/o los laterales. Es un tipo de construcción que usaban ya los griegos o los romanos y cuya función principal es crear espacios sombreados en zonas exteriores, sobre todo, en jardines, azoteas o terrazas.

El elemento diferenciador de las pérgolas bioclimáticas es su techo de las lamas orientables que permite regular la temperatura en el espacio sombreado. Además, también hace posible que se controle a conveniencia la entrada de luz natural. Y, finalmente, habilita esa zona para su uso durante todo el año, ya que protege no solo del sol, sino de otras inclemencias climáticas.

Las pérgolas bioclimáticas pueden completarse con cerramientos de paredes de cristal u otros materiales en sus laterales. De esta forma se consigue aún un mejor aislamiento térmico y, por tanto, más eficiencia energética. En estos casos, la ventilación y calidad del aire queda asegurada por la celosía con lamas del techo.

Tipos de pérgolas

Existen distintas opciones a la hora de instalar una pérgola bioclimática, tanto por lo que se refiere a los materiales en los que se fabrican, como por los accesorios que pueden incorporar. En este sentido, hablamos de:

• Pérgolas bioclimáticas de  aluminio, cuando se quiere dar un aire más moderno o para instalar en ubicaciones especialmente expuestas a las inclemencias climáticas porque es un material más resistente.
• Pérgolas bioclimáticas automatizadas: todos los avances de la domótica pueden aplicarse a estas estructuras. Para empezar, se puede motorizar la apertura o cierre de las lamas, de forma que lo manejes incluso a distancia. Aún es más cómodo y aumenta la eficiencia energética, si se instalan sensores para una apertura automática en función de la cantidad de luz o de la presencia de lluvia o viento.

8 Ventajas de instalar pérgolas bioclimáticas

En resumen, las pérgolas bioclimáticas son un excelente modo de disfrutar de espacios exteriores todo el año. Entre los beneficios que disfrutarás, si te decides a instalar una en tu porche o terraza, te garantizas:

1. Protección solar con aprovechamiento de la luz natural, gracias a la orientación de las lamas.
2. Una correcta ventilación que repercute en la calidad del aire y en el control de la temperatura.
3. Uso del exterior de tu casa todos los días, independientemente del clima y de la temperatura.
4. Fácil instalación, sin necesidad de realizar engorrosas obras.
5. Mínimo mantenimiento, ya que se fabrican en materiales diseñados para uso en exteriores.
6. Ahorro energético, evitando la necesidad de utilizar sistemas de climatización.
7. Un plus de diseño que se adapta a cualquier estilo decorativo.
8. Recogida de aguas de lluvia, bien para la reutilización o como medida de protección del mobiliario.

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