¿Qué son las pérgolas bioclimáticas?

Una pérgola es una estructura que sirve para proporcionar un espacio de sombreado en el exterior. Las pérgolas bioclimáticas se diferencian de otras modalidades porque están fabricadas con lamas orientables, de manera que se pueden abrir, cerrar o dirigir en función de las condiciones medioambientales.

Estas lamas suelen ser de aluminio, un material resistente a las agresiones de agentes climáticos y muy duradero. Además, lo habitual es que incorpore un sistema motorizado, que permite que se manejen cómodamente a distancia e, incluso, que se automaticen.

Pero, esto es solo el punto de partida básico de las prestaciones que ofrecen las pérgolas bioclimáticas. En Gravent, por ejemplo, te ofrecemos la posibilidad de añadir otros complementos como:

• Iluminación LED
• Calefacción por infrarrojos
• Sonido vía Bluetooth
• Sistema de recogida del agua de la lluvia para su posterior reutilización
• Integración de otros sistemas de protección como toldos, mallorquinas o cortinas de cristal, entre otros.

Ventajas de instalar estas pérgolas en tu jardín

El término bioclimático alude a la capacidad de este tipo de pérgolas para adaptarse a las condiciones climáticas de cada momento. Por eso, con las pérgolas bioclimáticas puedes controlar la luz y regular la temperatura de ese espacio exterior durante todo el año. Este es un resumen de los beneficios que te aporta instalar una pérgola bioclimática en tu jardín:

1. Regulación precisa de la entrada de luz.
2. Control de la temperatura interior.
3. Propicia una óptima calidad del aire que se respira en su interior, puesto que las lamas orientables permiten la ventilación.
4. Su instalación es sencilla, no hacen falta obras complicadas.
5. Distintos montajes para ajustarse a todas las ubicaciones. En Graven, en concreto, te ofrecemos cuatro posibilidades: 3-4 columnas, entre paredes, 2 columnas paralelas/perpendiculares a la fachada, dúplex de 2-4 columnas.
6. Un diseño minimalista y elegante que se adapta a todos los estilos de vivienda.
7. Protección frente al viento y la lluvia, ya que el cierre de las lamas es hermético, impidiendo que se cuele el agua o el viento, por fuertes que sean las rachas.
8. Ahorro energético, no solo regulas de forma natural el espacio interior de la pérgola, sino también contribuye al control de otras estancias de la casa si tu pérgola está adosada a la fachada.
9. Mínimo mantenimiento. Las pérgolas bioclimáticas no necesitan cuidados específicos y su limpieza es muy sencilla, basta aplicar agua y jabón un par de veces al año.

Las pérgolas bioclimáticas son, sin duda, un avance significativo para la habitabilidad de los espacios exteriores. No solo se pueden instalar en jardines, también en patios o terrazas. En Gravent dispones de un universo de posibilidades con las que personalizar tu pérgola según tus preferencias y necesidades.